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jueves, 25 de febrero de 2016

TEAYUDO A SENTIRTE MEJOR.

Ayer fue un día algo torcido. De hecho empezó el día anterior al salir del cole. Justo había hablado por aquí de cómo llevábamos sus rigideces y manías y como si mi pieza TEA lo supiera, al salir del cole me puso a prueba. Y perdí. Perdí porque no acepté ir tres veces a ver la misma señal de tráfico. Perdí porque le negué sus quehaceres. Perdí porque lo cogí como pude y no atendí a nada de sus lágrimas de rabia e impotencia. Perdí porque durante diez minutos interminables mi pieza TEA se negaba a recibir consuelo. Perdí porque le forcé a seguir el camino que yo quería. Sin adaptarme, sin consideraciones. 
Por suerte para mí, el coche es un bálsamo para mi pieza TEA y dos segundos depués de arrancar ya sonreía como si nunca hubiera sucedido nada, como si no acabara de llorar desconsolado. Ahí terminó la parte negativa del día.
Sin embargo, ayer, ayer, y no sé aún porqué mi paciencia la debí olvidar en casa, o se durmió o la perdí por el camino. Otra vez, yendo para el cole, mi pieza TEA se obsesionó con ir una y otra vez por el famoso bordillo del aparcamiento. Y me enfadé otra vez. De hecho sentía impotencia puesto que sonaba ya la música de entrada y veía a todos los papis y niños correr para no llegar tarde, y Arnau no tenía prisa (quizás quería contar los arbustos del camino, o las baldosas de la acera.. a saber). Y yo nerviosa, con ganitas de  chillar o patalear o a saber qué. Al final, a base de un poco tirar de la mano, y mi pieza TEA que puso de su parte, llegamos al cole, y ahí todo feliz se quedó. 
Sin embargo yo no me sentí bien. Y no me sentía bien porque siempre intento entender y adaptarme a las cositas de Arnau, a mantener la paciencia, a perdonarle sus pequeños despropósitos. Y pam! dos días seguidos con una dinámica de rabias y enfados que no llevan a ninguna parte. 

Afortunadamente, Facebook me ha hecho conocer a mamás TEA o mamás azules como dice Khari, que en cuanto dije que estaba bof! se volcaron a darme ánimos, a regalarme palabras de cariño y, cómo no, a dedicarme geniales canciones para levantar ese ánimo bajuno. Así que desde aquí mamis azules (Annas, Ana, Mirene, Esme, Encarni, María José, Khari, Gema, Susana, Crises, Sonia, Auxi, Evas, JaviRosa, Montse, Mer, Ariadna... espero no dejarme ninguna) os quiero agradecer mucho muchísimo lo que ayer hicistéis por mí. Sois grandes. Por los ánimos, por las risas, por los halagos, por esa unión invisible, por ese respeto, por todo. Muchas gracias. 


Por cierto, ayer el día acabó perfecto. Mi pieza TEA y yo reanudamos las tardes de parque y paseo cerca del mar, relajados, contentos. Arnau se portó como un campeón, corrió cuando tenía que correr, esperó cuando tenía que esperar, se sentó cuando tocaba sentarse y yo esperé mil semáforos en rojo, corrí a cierta distancia detrás de él, le abracé, jugué, fuí por donde a él le apeteció y ese lazo, ese hilo invisible que me une a mi pieza TEA volvió a brillar, fuerte, muy fuerte. Y ayer volví a decir, pa'lante, siempre pa'lante.




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