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martes, 14 de abril de 2015

EN TREN


Hoy una entrada cortita pero intensa. Os invito a leer algo que escribí el pasado viernes y que surgió así, sin pensarlo, desde dentro del corazón.

"Viajo en tren. Sola, sin mi pieza TEA y sin la otra pieza que completa mi puzle particular. Ese papá TEA que con voz callada se preocupa por nuestra pequeña pieza TEA. Su silencio no es de indiferencia, tampoco es un silencio de incomprensión. Es un silencio de observar, de entender, de comprender a su hijo, aquel pequeño ser que abrazó durante dos horas nada más nacer. 
Porque también existen los papás TEA. A veces, hablando com otras mamás TEA como yo que conocí virtualmente, nunca suele aparecer el papá TEA. Pienso que no es porque no se preocupen, sino porque no necesitan sacarlo fuera como nos pasa a nosotras. 
En el caso de Arnau, tiene un papi excepcional, que daría la vida por él, que haría lo imposible por él. Tiene un papi que ha logrado ver a través de los ojos de nuestra pieza TEA. Sabe siempre lo que le ocurre, qué le interesa, porqué mira de un modo u otro un objeto...
Cuando les veo disfrutar juntos (que debido a la maldita mamitis ocurre menos de lo que yo quisiera) se me llena el corazón de vida, de una alegría desmesurada que nadie puede imaginar.
Los papis TEA son héroes. Lo sé. Y lo son porque su silencio tiene una función clara: no poner más peso al dolor de la mamá TEA. Ellos llevan el peso de los días buenos y menos buenos de sus enanos, el peso de las caras tristonas que a veces nos pintamos las mamás TEA y su propio peso. Digamos que nos aligeran de peso.

Así que creo que debo darle la importancia que se merece a mi papá TEA, cuidarle como él nos cuida a nuestra pieza TEA y a mi. Luchar unidos para que todo vaya cada día un poquito mejor, apoyarnos el uno en el otro, reír cuando toca y llorar cuando no queda más remedio.

Gracias papá TEA por estar ahí."


1 comentario:

  1. Poco o nada más que añadir, tanto en el caso de los TEA como en muchas otras cosas de los pekes, se suele dejar al padre en segundo plano o directamente se le ausenta.
    Nuestras parejas, en silencio casi siempre, son los que intentan dar luz cuando nos quedamos a oscuras, saber verlo y no malinterpretarlo es casi un don.
    No solo nos pesa a unos la carga de nuestro equipaje, hay equipajes que podemos llevar gracias a los empujones de muchos.
    Precioso, sensible y alegre, me ha encantado :)
    Muah!!

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